Cómo una imagen vale más con mil palabras
Opinión · Lunes, 02 de Abril de 2012
La comunicación para una sociedad multiplataforma e hiperconectada dejó de ser lineal hace mucho tiempo. Las grandes marcas y la industria del entretenimiento lo comprendieron. Y hoy los entornos 2.0 expanden las posibilidades.
Como sociedad, consumimos simultáneamente de diferente manera en diferentes canales. Leemos prensa online incluso algunos, compramos el diario dominical. Viajamos con tabletas que nos permiten ver películas, leer libros, trabajar, mantenernos comunicados o ver las fotos del último viaje. Según dicen estamos en la era de las 3 pantallas -escritorio, tableta y móvil-. Nos comunicamos con nuestro círculo por redes sociales, por teléfono y en la mesa de un café. Compartimos nuestros pensamientos con el gran mundo digital. De cada canal mantenemos unas expectativas. En cada canal nos comportamos de una manera.
La comunicación transmedia va más allá de la difusión del mismo mensaje en diversos canales. Un planteamiento transmedia implica partiendo de una historia escoger para cada canal, un item de información concreto que, combinado con los demás contenidos que se generan en el conjunto de plataformas, crea un mensaje que llega por diferentes medios a un mismo receptor.
Las implicaciones para el marketing en turismo son inmensas. Porque adaptando las historias a audiencias hipersegmentadas la información se difunde por capas que se conectan entre sí. Para cada segmento objetivo el mensaje puede ser diferente. Es más, será diferente. Una estrategia de comunicación dirigida a un segmento concreto del mercado prevé así una combinación de experiencias por todos los canales que, de manera integrada, lograrán un impacto a medida del perfil del potencial turista.
Suena complejo, pero aún lo es más, porque la propia premisa de la conectividad de los canales genera más opciones para que las audiencias participen, porque parte de la información integrada en el canal es generada por los usuarios. Pero el reto hoy no es sólo provocar el interés del potencial viajero. Una audiencia sofisticada participa. Y sólo con una buena estrategia de interconexión entre mensajes/plataformas/segmentos se logra su implicación.