Llegamos a Coatepec, pueblo mágico enclavado entre cafetales en las montañas del histórico estado de Veracruz. Es domingo por la tarde, y nos sentamos en una terraza del zócalo en la obligada parada para un delicioso café bien cargado. La plaza se recupera del sopor del mediodía y comienza a llenarse de actividad: vendedores de dulces y antojitos, familias paseando, boleadores. De repente, oímos la música. Un grupo de baile local se está preparando para el espectáculo. Niños y niñas de muy corta edad aparecen vestidos con el tradicional atuendo jarocho, con las faldas de vuelo infinito. El jarocho es el más tradicional folklore de México, y así se conoce también a los pobladores de estas tierras, con una riquísima tradición musical y una alegría caribeña contagiosa. No en vano jarocho se llamaba al que tenía sangre india y negra. De su ocupación - vaqueros de ganado - se derivó el nombre: para los andaluces moriscos, la jarocha era la vara del pastor.

Laura F