La solidez de un modelo
Opinión · Jueves, 28 de Octubre de 2010
El turismo en 2010 se repone de la caída sufrida en el año anterior, cuando la crisis financiera y económica global se sintió con más fuerza en todo el mundo. Los primeros datos del año muestran una tendencia a la recuperación, especialmente en los destinos menos dependientes de los desplazamientos de largo recorrido.
Las predicciones a nivel global en un escenario de incertidumbre, son cautas, pero todo apunta que con la salida de la recesión de los principales mercados emisores de turistas, USA y Europa, el turismo volverá a crecer a un ritmo del 7% anual.
Considerando, por una parte, la fortaleza con la que la industria aguanta los embates externos y por otra la capacidad que posee la actividad turística de actuar como motor de la economía a escala regional generando divisas y empleo así como estimulando a terceros sectores económicos, no parece aventurado proyectar expectativas sobre el turismo como valor seguro en la economía de un país. Pero para que la fórmula funcione no se pueden dejar los componentes al azar.
El resultado previsto sobre la situación actual del turismo – la más optimista, eso sí, que en los dos años anteriores – está directamente vinculado con la reacción de los mercados emisores ante la incertidumbre que sobrevuela el estado anímico del consumidor. A esta incertidumbre se han de sumar factores como el encarecimiento de los desplazamientos o la devaluación de algunas monedas. Los expertos apuntan, para el mainstream turístico, a un fortalecimiento de los destinos de cercanía y probablemente una transferencia de viajeros a destinos lejanos a destinos de medio recorrido para productos de consumo masivo.