Este mes hemos estado esbozando una estrategia de marketing innovadora: darle una vuelta de tuerca al enfoque tradicional donde el marketing es el puente entre producto/destino y mercado; y convertirlo en el motor que mueve al conjunto del sistema turístico. Mirando hacia fuera y hacia dentro. 

Así que para iniciar el trabajo nos retrotraemos a la propuesta de productos turísticos. Innovación aquí implica crear experiencias reales, consumibles y extraordinarias. Porque aquí reside la clave de un buen esquema de posicionamiento: no basta con poseer n atractivos, para vender hay que generar confianza en nuestros públicos. Y la confianza se genera con acción en positivo. Los atractivos nos hacen parecer apetecibles, pero sólo la acción nos hace ser de verdad lo que vendemos. De la experiencia a la acción. Hay que actuar mirando hacia varios frentes: -  Hacia el mercado, definiendo criterios para decidir cómo y cuándo actuar, asignando recursos según resultados, rechazando inercias. Innovando con una estrategia web impecable. Estar donde hay que estar. Organización, planificación y presupuesto es el mantra. - Hacia la industria, buscando nuevas maneras de trabajar en red horizontalmente con sector y administración, dentro y fuera del destino. Cooperación ante todo. Estar siempre en el mercado y con el destino. - Hacia el órgano de promoción del destino, transformando su mismísima forma de actuar, para que su organización pueda anticipar y responder con celeridad y solvencia a los nuevos escenarios de mercado. Ser administración pública de alto rendimiento.